El vuelo de los murciélagos, sin apoyo pero controlado

Teniendo en cuenta cómo vuelan las aves, por regla general, podríamos decir que la forma de mantenerse en el aire de los murciélagos es muy curiosa. Para empezar tenemos que decir que estamos ante los únicos mamíferos que pueden volar por sí mismos y controlar esta operación. Su origen se remonta a hace menos de 60 millones de años, con un desarrollo conseguido a partir de un animal herbívoro que vivía en los árboles. No en vano, su aspecto no es todo lo simpático que nos gustaría.

En cuanto al vuelo de estos animales, tenemos que mencionar que resulta interesante porque no se parece al que realizan las aves, de manera habitual. Las mismas vuelan en la dirección en la que se mueven, desplegándose hacia esta. Sin embargo, los murciélagos permanecen en pie cuando vuelan, pero oscilan y caminan, por así decirlo, en zig zag. Una forma de volar bastante extraña y que puede dar lugar a cambios de dirección abruptos.

Por otra parte hay que mencionar la velocidad que los murciélagos pueden conseguir en el propio vuelo, que en ocasiones se compara con la misma velocidad que tienen las golondrinas. El vuelo, ondeante, permite algunas ventajas como el hecho de no poder ser atrapados por depredadores o halcones.

Decir que los murciélagos apenas pueden ver en la oscuridad, por lo que para el vuelo utilizan los oídos y el sistema natural que tienen en los mismos, el cual actúa como un sónar parecido a de los barcos o aviones. Los animales emiten ultrasonidos agudos que, aunque no podemos captar, tienen un número de vibraciones muy alto. Estos les permitirán saber los obstáculos que pueden encontrar, consiguiendo el eco del reflejo.

Observando el vuelo de los murciélagos y los aspectos que ponen en marcha, se podría decir que vemos cómo los animales pueden sobrevivir de diferentes maneras, adaptando sus características al medio en el viven.

Vía | Live Science
Foto | PxHere

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